Como cada año en nuestro país vamos cambiando de estación, y con ellas cambiamos de temperaturas, aveces muy drásticamente. Es esta una de las mayores causas de deterioro en la batería de nuestros coches.

Las baterías de coche son elementos muy sensibles a los cambios bruscos de temperatura, sobre todo cuando hace mucho calor. Las temperaturas que superan los 20º provocan un envejecimiento más rápido de la batería: el calor hace que el ácido del interior de la batería se seque con más facilidad y, si la batería está cerca del final de su vida útil, tiene muchas más probabilidades de estropearse.

Además, el calor también puede afectar a las baterías que están en buen estado, sobre todo cuando usamos el coche ocasionalmente o con poca frecuencia. Lo ideal es revisar el estado de la batería y del sistema de carga para que tu batería no sufra fallos inesperados en verano o invierno.